Médula| Adela, resbalón y rebote

Ordena cierres, se echa para atrás, se expone en la playa, la hacen huir, pero nada dice de lo que le toca para hacer cumplir la medida de prevención más importante según la Organización Mundial de la Salud: lavarse las manos ¡con agua!

Por Jesús Lépez Ochoa

No es malo que Adela Román haya querido adoptar medidas estrictas ante el Coronavirus, pero sí que haya olvidado dónde está parada y en consecuencia resbalado dándose en la cara… ¡Y con rebote!

Lo reiteró el gobernador Héctor Astudillo: el Gobierno Federal, léase el presidente Andrés Manuel López Obrador, es el que dicta las medidas a implementar.

Adela lo ignoró por completo y se quiso anticipar ordenando el cierre de establecimientos comerciales e invitando a la gente a no ir a la playa, sin respetar la estrategia del presidente, quien además se supone que debe ser su líder moral y político.

Los empresarios pusieron el grito en el cielo, el presidente de la Comisión de Desarrollo Económico Arturo López Sugía preguntó por el Plan de Contingencia Económica y le recordó que empleadores y trabajadores no dejan de comer ni los acreedores de cobrarles.

Lo peor, según el informado columnista Salvador García Soto, vía la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero el presidente le mandó una seria llamada de atención.

Esta versión explica que haya salido a recular en una conferencia de prensa en la que desdijo el video subido el día anterior a sus redes sociales, en la que además, tuvieron el desatino de ponerle al lado al síndico Javier Solorio Almazán, quien no desperdició la oportunidad para enfatizar que en la fase 1 no aplica cierre de establecimientos, haciendo obvio que la presidenta municipal había salido en falso.

Solorio es afín al delegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros quien siempre se opuso a la candidatura de Adela Román y ahora ve en ella, o veía, a una adversaria en la aspiración por la candidatura de Morena a la gubernatura.

Dijo Adela que solo había sido una invitación, pero la Canaco le pidió emitir un comunicado para invalidar la notificación ordenando el bajar cortinas que el Ayuntamiento ya había entregado a varios de sus afiliados. Dijo tener 50 millones de pesos para la contingencia pero el Ayuntamiento está en crisis financiera, y aunque los tuviera, son nada para mitigar el daño al sector productivo y al ingreso de las familias acapulqueñas.

Esa noche en una entrevista de Televisión el gobernador Héctor Astudillo recordó que se están analizando ajustes presupuestales y que en ese tema, en el caso de Guerrero, también será el gobierno federal el que marque la pauta para lo cual ya hay la propuesta de un fondo tripartita.

El senador Manuel Añorve Baños propuso en el Senado que el gobierno se haga cargo de la mitad de los sueldos de quienes ganan 6 mil pesos al mes o menos.

Otra acción que no se explica es que se haya ido a parar a Caleta con su gorra partidista exponiéndose a lo que sucedió: fue obligada a retirarse a gritos por parte de los prestadores de servicios turísticos que viven al día, y a quienes por supuesto la idea de que la alcaldesa los invite a guardarse en sus casas sin plantear ningún apoyo para que en éstas tengan para darle de comer a sus familias los enfureció. Hasta un turista se puso del lado de los vendedores de playa.

El senador Félix Salgado Macedonio subió a sus redes sociales un video con prestadores de servicios de la playa Papagayo exigiendo se respete su derecho a ganar el sustento para sus familias.

Si. Todos aprovechan la oportunidad. Pero alguien está poniendo a la alcaldesa de pechito, o ella misma se ha expuesto cometiendo el error de olvidar dónde está parada, si es que alguna vez lo ha sabido, buscando ella también una oportunidad de hacerse notar políticamente en esta coyuntura.

Mientras tanto, nada dice de la que debería ser su principal preocupación: el agua potable para que la población pueda lavarse las manos cada media hora. La principal medida para prevenir el coronavirus por parte de la Organización Mundial de la Salud y del gobierno federal.

Agua que en muchas colonias de Acapulco rara vez hay, y que en otras sale sucia, como recientemente exhibieron habitantes de La Marquesa, “agua de tamarindo” que sale por sus llaves.

El coronavirus no va a esperar que venga alguien en camello desde Abu Dhabi a resolver el problema.

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