Opinión| Muro de paz

Por Misraim Olea Echeverría

«La guerra es la paz, la libertad es esclavitud, la ignorancia es la fuerza.» Es un slogan del Ingsoc, que convencía a los pobladores del Súper Estado de Oceanía de que lo que vivían es prosperidad y que si eran infelices era por culpa del enemigo. En su libro “1984”, George Orwell describe que la “neolengua” era el proyecto en construcción del régimen del Partido de El Gran Hermano para sustituir la antigua lengua y así dominar el pensamiento de sus miembros.

El objetivo de la “neolengua” era el de erradicar formas de pensamiento diferentes a las del régimen; para ello se modificaba el lenguaje haciéndolo más sutil, ocultando su verdadero significado y facilitando la dominación del pensamiento de los miembros del Partido.

El sábado 6 de marzo, el Palacio Nacional, residencia del Presidente y sede del Gobierno Federal amaneció rodeado por vallas de 2 metros de alto, con la intención de contener a las feministas este lunes 8, día internacional de la mujer. Se espera que para esta fecha, colectivas de varios lugares del país realicen protestas ante las constantes descalificaciones del Presidente hacía el movimiento, la falta de políticas públicas para atender a los mujeres, el aumento de los feminicidios y la candidatura de Félix Salgado en Guerrero.

En Maxcanú, Yucatán. El Presidente López Obrador aseguró que no pusieron las vallas por miedo, sino para evitar confrontaciones y daños a los monumentos históricos (¿no sería el diálogo el mejor método para evitar la confrontación?). En su discurso con motivo de los trabajos de supervisión del Tren Maya en esa región, AMLO aseguró que en el movimiento feminista existe “mucha provocación”, que desde su punto de vista ésta se expresa en la pinta de monumentos, razone para proteger los edificios históricos de la capital del país.

La movilización intensa y radical de feministas en el país está cumpliendo un año y cada día deja en evidencia la falta de interés del Presidente sobre el tema. AMLO, lejos de reflexionar y reconocer la magnitud del problema que significa la violencia contra las mujeres, se confronta con ellas, las acusa de provocadoras y de responder a intereses de sus opositores que tienen el objetivo de hacer que su gobierno, el más feminista de la historia de México, fracase.

Como respuesta, el mismo sábado pero por la noche, las feministas escribieron en las vallas los miles de nombres de mujeres víctimas de feminicidio y convocaron a otras apoyar esta acción, una de las más pacíficas, trascendentales y significativas.

A las vallas y al discurso del Presidente se sumó el tweet del vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, quien recibió críticas a diestra y siniestra por su publicación, digna de pertenecer al libro “1984”, en la que califica al cerco de Palacio Nacional como un “muro de paz que garantiza la libertad y protege de provocaciones”.

En “1984” cuatro ministerios gobierno Oceanía, el Ministerio de la Paz, que se ocupa de la guerra; el Ministerio de Amor, que reafirma la lealtad al régimen a través del miedo y la tortura; el Ministerio de Abundancia que administra la pobreza y el Ministerio de la Verdad, que se encarga de las mentiras, de ajustar la historia a las necesidades del régimen, implementar la “neolengua” y adaptar la realidad a las necesidades de los gobernantes.

Lo publicado en Twitter por el vocero de Presidencia deja de manifiesto que como en el libro de Orwell, en la administración de López Obrador cerrarle las puertas a quienes quieren ayuda, construir muros contra quienes exigen resultados y voltear la mirada a quien busca consuelo es la mejor forma de no tener problemas.

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