Médula|Beatriz y Walton, de pecados a pecados

Por Jesús Lépez Ochoa

De lo dicho por Mario Delgado Carrillo sobre la exclusión de aspirantes en la segunda encuesta que ratificó la candidatura de Félix Salgado Macedonio al gobierno de Guerrero hay que saber diferenciar lo que toca a Beatriz Mojica Morga y lo que corresponde a Luis Walton Aburto.

Sobre Walton el dirigente nacional reprochó en entrevista con la periodista Carmen Aristegui que al no favorecerle los resultados de la primera encuesta que se había comprometido a respetar pateó la puerta y posteriormente cuando vio la oportunidad de volver a participar quiso entrar nuevamente como si nada hubiera ocurrido.

De Beatriz Mojica que fue por quejas internas de militantes sobre su participación en la pasada campaña de Ricardo Anaya, en la que Mojica fue candidata a senadora por la coalición formada por el PAN, Movimiento Ciudadano y el PRD en el que ella militaba.

Comparte ese pecado con Luis Walton aunque éste no fue candidato sino que en su calidad de dirigente estatal del MC levantó la mano al panista.

De ahí que voces como la del diputado federal Rubén Cayetano García recomienden a ambos personajes mantenerse en Morena y sumarse a la talacha electoral como cualquier otro simpatizante. Es decir, congraciarse o expiar las culpas.

Aunque hay de pecados a pecados. El compartido, su participación en la anterior elección por otros partidos que juntos compitieron contra Morena, es como un pecado original con el cual suele renacer en un nuevo partido todo aquel que viene de las filas de cualquier otro.

Se quita con el bautismo y en ese sentido Beatriz Mojica no tiene mayor problema. No hablemos de estructuras o seguidores, por sí sola es un cuadro valioso que podría incorporarse al gabinete de Félix Salgado en caso de ganar la elección del próximo 6 de junio, e incluso como diputada que bien podría presidir el Congreso si Morena mantiene su mayoría legislativa.

Pero la penitencia para Walton sería mayor, a juzgar por lo que dijo Mario Delgado, ya que intentó arrebatar en tribunales lo que no fue capaz de ganar con apoyo popular y lo más sorprendente es que su equipo jurídico haya fracasado. Hablamos no solo de que es abogado si no que se rodea de muchas y muchos que tienen fama de ser muy buenos juristas y sus impugnaciones al proceso de selección cayeron una tras otra como si en realidad estuvieran hechas para ser desechadas a propósito. ¿Lo habrán traicionado o solo buscaba amagar para poder negociar con el ganador?

Tampoco supo leer cuando Pablo Amílcar Sandoval, otro de los aspirantes que conoce mejor a Morena, retiró su impugnación, y menos cuando declinó a participar en la reposición del proceso mientras Walton seguía alzando la mano, luego de haber pateado la puerta, como señaló Delgado, y de que faltó a su palabra de respetar el resultado y apoyar al ganador de la encuesta.

Viene la hora de la verdad. Los morenistas están a punto de saber si en eso de dar su apoyo a la Cuarta Transformación sí era sincero y se sumará a la campaña de Félix Salgado Macedonio, o si se quitará la máscara para apoyar a otro candidato o a ninguno. ¿Pecado mortal?

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