Por Misraim Olea Echeverría
Las instituciones ayudan a construir mejores sociedades, fortalecerlas genera condiciones que permiten la sana convivencia. En el ámbito político, fueron las instituciones las que ayudaron a edificar la democracia en desarrollo que vivimos en México. La institucionalidad se logra cuando los procesos políticos y sociales que lo requieren siguen de manera natural los causes establecidos en la ley y aceptados por la ciudadanía.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), nació en el poder, por ello se entendió desde su fundación que su actividad sería respetuosa de la ley, las nacientes instituciones y del jefe del ejecutivo, que también era el jefe del partido.
Esa filosofía pasó de generación en generación, los cuadros del PRI aprendieron que el desarrollo de México requería de un Partido que aportara.
El 6 de julio pasado en una elección llena de irregularidades documentadas y mostradas en diversas plataformas, el Instituto Nacional Electoral (INE) dio una premeditada victoria a la candidata de MORENA sin haber contabilizado ni la mitad de las actas.
Cabe destacar que el presidente del mismo INE fue quien desconoció días antes de la elección el Programa de Resultados Preliminares, por no ser confiable. El PREP falló el día de la elección y como en 1988, aquí también se cayó el sistema.
Días después el IEPCGro dio el acta de mayoría a Evelyn Salgado Pineda; Mario Moreno Arcos, candidato del PRI, impugnó la elección en tiempo y forma, impugnación que en este momento continúa su curso en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y que en próximos horas emitirá su resolución.
Héctor Astudillo Flores, gobernador de Guerrero fue respetuoso del proceso electoral, de su desarrollo, de los resultados y de la impugnación que se presentó. Incluso señaló que si el tribunal electoral local ratificaba la victoria de Evelyn Salgado la recibiría para comenzar el proceso de entrega recepción.
Héctor Astudillo como gobernador es el primero en poner el ejemplo en el respeto a las instituciones, recordemos que fortalecerlas genera condiciones que permiten la sana convivencia y en momentos en los que desde el ejecutivo federal se trata de descalificarlas, las acciones de Astudillo Flores ayudan a fortalecerlas.
La institucionalidad requiere preparación y compromiso de quienes se vinculan a las instituciones, porque así éstas continúan su ruta y cuando son fuertes las crisis difícilmente las colapsan.
El TEPJF está por definir la situación de la elección del pasado 6 de julio. Hay gran expectativa en ambos bandos. Mario Moreno ha salido a dar la cara, priista, con formación institucional ha declarado acatar el resultado. De lado de MORENA hay nerviosismo, reclamos y han comenzado a publicar mensajes para descalificar el resultado si les resulta adverso.
Hace 15 años López Obrador mandó al diablo a las instituciones ¿si los resultados del TEPJF le son adversos a su partido lo volverá a hacer?
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