Opinión| Acapulco de Cuarta


Por Misraim Olea Echeverría

La crisis de que vive Acapulco estos días es resultado del desconocimiento, la falta de planeación y de la improvisación que imperó en el gobierno municipal que encabeza Adela Román.

El municipio es la base de la organización política y administrativa del Estado y es el vínculo más cercano del ciudadano con el poder público. Dentro de sus facultades, mantener el orden, prestar los servicios públicos indispensables y realizar obras necesarias para sus habitantes, son de las más importantes porque estas impactan en la mayoría de los habitantes.

De acuerdo con la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado de Guerrero, los Ayuntamientos son los órganos de Gobierno Municipal a través de los cuales se realiza el gobierno y la administración del Municipio, señala también que cada Municipio será administrado por un Ayuntamiento de elección popular directa y durará en su encargo tres años.

Adela Román Ocampo fue electa alcaldesa de Acapulco en 2018, su triunfo fue parte de la ola de victorias que arrastró López Obrador en ese año. Si bien ha ocupado diversos cargos en la administración pública y de elección popular, hasta ahora en el que le significaría representar la transformación y el cambio que promueve su partido ha quedado mal.

A tres años de la elección que ganó y a días de terminar su período, Acapulco está sumido en una de las peores crisis que ha vivido; hay basura en todo el municipio, no es raro ver montones de desechos que se prologan por metros de distancia y sin dudar superan el metro y medio de altura.

Las calles están destrozadas, muestra de la falta de atención que se ha padecido estos tres años y que luego de las lluvias y el temblor se han multiplicado; lo anterior aunado a las manifestaciones diarias de quienes exigen el pago a los servicios prestados al ayuntamiento provocan caos vehicular.

La falta de agua potable es otro de los problemas que se recrudecieron a la llegada de la auto proclamada “cuarta transformación”, la deficiente administración de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado tiene al ayuntamiento con un sinnúmero de quejas de habitantes de colonias que tienen meses sin el vital líquido. De nada sirvió el millonario viaje a Dubai con el que se prometió acabar con los problemas de agua.

En materia de seguridad el gobierno estatal y la Federación tomaron las riendas de la situación, las reuniones diarias que realiza la Mesa de Coordinación para la construcción de la Paz ayudaron a sacar a Acapulco de los primeros lugares de violencia. Mientras la alcaldesa enviaba representantes a las reuniones de seguridad los gobiernos Federal y estatal enfrentaban la problemática.

Acapulco está destruido, en crisis en todos los aspectos, salvo aquellos en los que el gobernador, SEMAR y SEDENA han puesto atención. Acapulco es el reflejo de lo que significa “la cuarta transformación”¿Quien va a responder por el muladar que hoy es Acapulco? ¿Quien resolverá los problemas que ahora vive el municipio más importante del estado?

El próximo gobierno municipal también lo encabezará una correligionaria de Román Ocampo, quien tampoco ha dado señales de interesarse por resolver los problemas del municipio, con una visión que no contempla a Acapulco como la ciudad de clase mundial que un día fue.

En la página electronica del gobierno municipal señalan que diversos grupos de la sociedad civil de Acapulco invitaron a Adela Román a encabezar la candidatura a alcaldesa, por “su lucha por una sociedad democrática, justa, equitativa y que de posibilidades de desarrollo y superación a todos.” Características que definitivamente no vimos en los tres años pasados.

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