Opinión| Saldos de la elección

Por Celestino Cesáreo Guzmán

Los resultados de las elecciones de ayer, confirman el ocaso de una forma incongruente de hacer política, que agraviá a amplios sectores de la población, y la llegada al poder de una propuesta que quiere cambiar las cosas pero incurre en las mismas incongruencias.

El país se divide en dos: un norte al que los programas sociales no son argumento electoral, y el sur que concentra a la mayoría de pobres del país, y por tanto, históricamente necesitado de los apoyos gubernamentales para sobrevivir.

El PRI retrocede, apabullado en Oaxaca e Hidalgo, éste último dominado por el tricolor durante casi un siglo, Morena crece; PAN mantiene su presencia de forma mínima, pero pierde Tamaulipas; Movimiento Ciudadano fracasa en su apuesta de ir solo y tiene un desempeño mediocre; en tanto que el PRD su presencia es testimonial al no presentar candidatos a las gubernaturas.

En esta elección sin duda los grandes ganadores fueron el Instituto Nacional Electoral y los OPLES, bajo asedio constante e injustificado. Su trabajo fue impecable.

Sin embargo Morena no apabulló, y con sus dos triunfos, la alianza PRI-PAN-PRD se agarra con fuerza al clavo ardiente de las dos victorias, y ya cantan que para el 2024, “habrá tiro”, lo cual está por verse. Lo cierto es que divididos no tienen futuro, pero unidos tampoco son garantía de triufo, dado la hegemonía de la ola guinda.

Algo es claro: en las elecciones los factores emocionales son determinantes en el ánimo de la gente por encima de la razón, y la apuesta de el presidente López Obrador de polarizar, dividir, le ha dado resultado; aunque tarde o temprano, llegará el juicio de la historia, y tal como van los resultados de su gobierno, no creo que le sean favorables.

En las semanas previas a la elección también hay muchas lecturas: Nunca antes habíamos visto cómo el presidente de la República se mete a una elección, con todo el poder del estado.

Las corcholatas del Presidente abandonaron sus cargos de manera recurrente para ir a las campañas. El partido en el gobierno pasó a ser una pieza menor.

Así, vimos a miembros del gabinete en actos de campaña y al secretario de Gobernación pidiendo el voto. Se violentó la ley cuando los servicios de espionajes se utilizaron para aniquilar adversarios.

La utilización de los programas sociales ha sido una constante. Morena es hoy lo que tanto criticó su fundador en el pasado, pero potenciado.

Desde el gobierno se utiliza todo el poder del Estado para ganar a cualquier precio y enfilarse con carro completo al 2024.

Los resultados de este domingo, implican un replanteamiento total, si queremos ser competitivos en la próxima elección presidencial.

Es hora de defini qué ofrecemos de nuevo para enfilar a Mexico en el crecimiento económico, seguridad pública, así como restaurar instituciones y prácticas democráticas.

Regresar al pasado no es opción. Tampoco que se vayan los ineptos para que regresen los corruptos. Debemos ofrecer algo nuevo, atractivo, moderno, acorde a nuestros tiempos.

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