Por Isaac Flores Pineda
En un ejercicio inédito, a través del voto directo y secreto, la Sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación elegirá este martes su dirigencia estatal y lo hará luego de una semana de intensa campaña electoral marcada por una feroz guerra sucia.
Esa rendija, la de un proceso democrático, ha sido vista como reducto por grupos políticos ajenos al sindicalismo magisterial para intentar hacerse del control de este poderoso ente corporativista.
Pero el magisterio es uno de los sectores más analíticos y seguramente descubrirán fácilmente que la guerra sucia en redes sociales principalmente contra un candidato, el de la plantilla naranja, es motivada por intereses obscuros y se orquestó en un intento desesperado de los opositores por restar la ventaja que proporciona tener una estructura sólida y conocimiento de la problemática gremial, más allá de la grilla y la crítica sin sentido.
La inusitada guerra sucia desde páginas falsas es desproporcionada y fuera de lugar porque proviene del sector encargado de educar nuestra niñez con valores básicos como el respeto.
Lo curioso es que en esos ataques, como ya se dijo, solo atacan a Silvano Palacios Salgado, y jamás mencionan a los demás aspirantes, como si fueran éstos ángeles enviados del cielo, niños del coro del Vaticano o la Madre Teresa de Calcuta.
En lo que respecta a las acusaciones contra el candidato naranja, Silvano Palacios, no hay señalamientos de malos manejos o desvío de recursos sino de que apoyan su proyecto figuras que han tenido cargos en el SNTE, como si eso equivaliera a un delito capital o estuviera prohibido por la ley.
Sin embargo, este lodazal deja una lectura positiva para el equipo de Palacios Salgado porque si no encontraron acusaciones directas significa que pasó la prueba de fuego y pudo cruzar el pantano sin mancharse.
¿Quieres saber qué opina la gente de ti?, hazte candidato..allí te sacan todos los trapitos, dice un refrán popular, y aquí parece que no hay ropa sucia.
¡Vaya paradoja! los equipos de campaña que más señalan de anomalías a otros son los mismos que siguen a candidatos que han hecho una campaña de derroche y han pactado con políticos impresentables que buscan una tajada del pastel de codiciado sindicato del magisterio como si de vulgar botín se tratase.
Los candidatos deberían enfocarse en proponer su proyecto de trabajo y dejar de lado las acusaciones, porque solo generan encono y división, pues al final quien gane tendrá que dialogar y sumar a los grupos perdedores.
A este sindicato mucho se le cuestionaron sus métodos internos (calificados de antidemocráticos) para elegir a sus dirigencias, pues siempre existía la sospecha del dedazo o la imposición.
Mucho tiempo se clamó por la democracia y la apertura en el SNTE, y ahora que finalmente tienen la posibilidad de gozar de ese recurso heredado por los griegos, los profesores deben comportarse a la altura y dar clases de civilidad.
Mañana por la tarde se sabrá si los maestros del SNTE otorgaron un voto razonado, ponderado, o si se dejaron llevar por el canto de la sirena, ese falso canto de cambio que enarbolan algunas plantillas que se guían por la simulación del gatopardismo ese que busca el cambio pero para que todo siga igual.
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