Por Jesús Lépez Ochoa
El manejo de las finanzas y de la administración pública estatal por el gobierno de Evelyn Salgado Pineda resultan muy bien evaluados por Standard & Poors. El reporte de la calificadora deja entrever la estabilidad financiera que Guerrero tendría durante todo el periodo electoral si alguna contingencia climática o financiera no ocurre.
No es cosa menor, ni financiera ni políticamente hablando, que uno de los estados menos desarrollados de México, cuyo Producto Interno Bruto ha crecido solo 0.23 por ciento en los últimos cinco años y su PIB per cápita el año pasado se estimó en 5 mil 085 dólares cuando el promedio nacional fue de 10 mil 750 dólares, genere una buena calificación crediticia, y además, una perspectiva estable.
Imagine que usted es una persona muy pobre, que está pagando mensualmente una deuda a largo plazo, pero sus necesidades de gasto no paran y podría necesitar en cualquier momento sacar uno o más créditos menores en monto y tiempo de liquidación para salir de los apuros.
Obviamente los compromisos que ya tiene afectan su capacidad de pago y reducen la posibilidad de que le quieran prestar más dinero.
Pero alguien más ha revisado y analizado el manejo que usted ha dado a su deuda, toda su situación financiera, y comunica a los prestamistas que existen condiciones para facilitarle recursos económicos y, además, ese alguien tiene una buena perspectiva sobre su desempeño financiero en los próximos meses, lo cuál es tomado en cuenta por éstos para darle o no dinero.
Eso significa que Standard & Poor´s haya mejorado la calificación crediticia de Guerrero de mxBBB- a mxBBB con perspectiva estable el pasado martes 25 de julio.
La calificación obedece a que S & P ve reducido el riesgo de el gobierno de Guerrero incumpla con el calendario de pagos de su deuda, y la perspectiva, a su expectativa de que en un periodo de 12 a 18 meses no recurra con frecuencia a contratar más deuda de corto plazo para abonar a la de largo plazo porque podría hacer frente a compromisos como el pago de aguinaldos y, en teoría, pagarle a sus proveedores.
Esto porque estima que el estado podría afrontar el 70 por ciento a los pagos de su deuda con sus propios recursos,
La previsión es que la carga de la deuda se mantenga muy baja, en menos de 3 por ciento de los ingresos operativos, y que los pagos de intereses representen menos de 1 por ciento de éstos, lo cual minimiza el riesgo de incumplimiento de la deuda de corto plazo, como los 2 mil 850 millones de pesos que el año pasado se contrataron para pagar aguinaldos y a proveedores.
Aunado a que los ingresos propios continúan creciendo debido al reemplacamiento vehicular y la eficiencia en la recaudación fiscal que mitiga las fugas de efectivo, lo cual está en línea con la estrategia del gobierno para mitigar la corrupción y rastrear los flujos de dinero, lo cual es parte de los esfuerzos de la gobernadora.
La calificadora prevé también que los gastos de inversión de Guerrero sean de casi 3 mil millones de pesos en promedio para 2023-2025 proveniente en su mayor parte de transferencias federales que dependerán de la relación entre ambos niveles que como todos sabemos, Evelyn Salgado ha sabido mantener en excelentes términos.
En ese periodo de 12 a 18 meses que políticamente hablando abarca todo el periodo electoral del próximo año, se decidirá si se mejora aún más la calificación, o esta empeora, lo cual dependerá de los llamados pasivos contingentes.
Entre éstos algún desastre natural, pues aunque la administración contrató un seguro y es probable que reciba apoyo federal extraordinario para mitigar algunos daños, “las reservas son bajas y el presupuesto del estado tiene márgenes estrechos para ajustarse y poder financiar las necesidades de gasto con deuda adicional”.
Se indica que otros pasivos contingentes representan el 12 por ciento de los ingresos operativos en 2023, entre los que menciona litigios como el de la autopista Viaducto La Venta – Punta Diamante o que se dejara de pagar los 38 millones de pesos mensuales de intereses de un Bono CupónCero Profise contratado por el gobierno, en cuyo caso se tendría que liquidar de un solo golpe el total de 459 millones de pesos.
Mientras tanto el gobierno de Evelyn Salgado gozará de estabilidad financiera por lo menos de aquí al próximo 25 de julio de 2024, ante la posibilidad de tener acceso a recursos si el gasto de su gobierno se ve presionado por alguna razón durante este adelantado proceso electoral, lo cual debe darnos tranquilidad a los guerrerenses luego de haber observado recientemente en Chilpancingo un intento por desestabilizar al estado.
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