Bajo Fuego| De candidatos y falsarios

Por José Antonio Rivera Rosales

Los diferentes aspirantes a la alcaldía de Acapulco se han ido decantando conforme son mencionados por encuestadoras que, a querer o no, han moldeado la situación aunque en algunos casos de manera ficticia.
Los resultados del muestreo que favoreció a Claudia Sheinbaum por encima de Marcelo Ebrard permitió definir un escenario en el que la alcaldesa de Acapulco, su principal aliada en Guerrero, tendrá que buscar empleo en algún otro espacio del servicio público, menos en los que están bajo control de Morena.
Esa es la consecuencia de patear el pesebre, como se dice en el caló político de los partidos, que a través de alianzas ya se frotan las manos para capturar el mayor número de cargos de elección popular, con sus respectivas y jugosas ganancias -aunque, a decir verdad, algunos de esos políticos impresentables deberían estar en prisión-.
En el caso de Acapulco, el municipio que concentra el 70 por ciento de la actividad económica y el 25 por ciento de la poblacion total del estado -considerado por ello la joya de la corona-, los tiradores están casi a la greña por parte de todos los partidos políticos, pero la verdad es que, como en las carreras de resistencia, sólo un corredor llegará a la meta.
Un muestreo de los últimos días de agosto muestra un escenario mucho más complejo que lo que piensa el imaginario popular. El trabajo demoscópico fue elaborado por una encuestadora de nombre “Certeza, Comunicación y Estrategia”, reputada como una firma seria y a cuyos resultados habría que hacer caso si queremos explorar la ruta de las posibilidades de los tantos personajes que aspiran a llegar a la presidencia municipal de Acapulco.
En principio, según el muestreo de opinión, si las elecciones se llevaran a cabo en estos días, sin duda alguna Morena ganaría de calle los comicios locales, especialmente para la alcaldía de Acapulco.
Según los resultados, Morena ganaría por un margen de 29.6 por ciento contra un 10.1 por ciento del PRI, 7.4 por ciento del PRD, 1.4 de Movimiento Ciudadano, 1.1 del Partido Verde y un lamentable empate entre el PAN y el PT con un 0.8 por ciento. Es decir, sería un triunfo arrasador de Morena.
El muestreo de agosto pasado, que al parecer fue contratado por personas ligadas al Partido de la Revolución Democrática, muestra a dos mujeres, Abelina López y Yoloczin Domínguez, como punteros en la preferencia ciudadana.
Oh, sí, peeero…
Una lectura más acuciosa permite discernir que esos resultados son engañosos, sobre todo a partir de consideraciones políticas que habrá que tomar en cuenta, y que veremos a continuación.
Según el resultado, en el sondeo de preferencia por candidato, Yoloczin Domínguez se sitúa por encima de todos los pretensos al alcanzar 15.1 por ciento del puntaje, seguida por la alcaldesa con 12.7 por ciento.
En tercer lugar aparece Joaquin Jacko Badillo con 11.3 por ciento de las preferencias, lo que lo sitúa por encima de todos los pretensos varones, de todos los partidos. Al abordar las preferencias por partido, Jacko sube un peldaño al colocarse en segundo lugar después de la diputada Domínguez Serna. En este concepto Abelina queda desplazada al tercer lugar.
Sólo que habrá que considerar que, si se respeta la alternancia de género por parte de la cúpula de Morena, entonces la prouesta morenista para la alcaldía tendría que ser un varón, razón por la cual la designación tendría que recaer en Joaquín Jacko Badillo, un hombre que se ha preparado durante años para llegar a esa posición.
¿En qué se basa esta suposición?
Bueno, la encuesta de referencia muestra la posición real de otros competidores varones, de diferentes partidos, cuyos méritos la verdad es que son de dar pena. Ya ni hablar de los impresentables.
Según el muestreo, Badillo está mucho mejor posicionado que otros personajes a quienes se les ha mencionado como prospectos para la alcaldía, como Ricardo Taja (5.5), Zeferino Torreblanca (4.2), Ilich Lozano (2.1), Ricardo Astudillo (2.1) y Amilcar Sandoval (1.9).
Los casos más lamentables de popularidad real son Ramiro Solorio (1.9), Francisco Rodríguez (0.5) y Yoshio Avila, con 0.4 por ciento. Este sondeo de opinión muestra a todos estos pretensos como realmente son vistos por un sector de la ciudadanía que votará en los comicios del año próximo.
De los últimos tres, Ramiro Solorio y Yoshio Avila son quizá los más notorios dado que ambos se promueven intensamente a través de redes sociales, como las alternativas al stato quo establecido.
El joven Yoshio Avila -quien para promoverse reparte despensas miserables a familias en condiciones paupérrimas- actúa con un engreimiento digno de un buen análisis psiquiátrico, porque engaña al público y se autoengaña haciendo creer que es el elegido de los dioses.
Su campaña en favor de Adán Augusto -quien fue designado como uno de los coordinadores de campaña de Claudia Sheinbaum, al igual que el venido a menos Ricardo Monreal-, le ayudó a dar a conocer sus aspiraciones, pero al parecer este jovencito imberbe ignora que la adulación (y la traición) jamás serán sinónimos de política.
Ramiro Solorio, el otro pretendido político aspiracionista, cuenta con una amplia popularidad entre la ciudadanía, pero por su talante cínico y vividor, luego de que todo mundo se enteró de que tiene a gran parte de su familia en la nómina municipal. Pero él sigue en su actividad supuestamente política, tan campante como siempre.
Esperemos que la jornada comicial que se avecina en 2024 ponga a cada quien en su lugar. Y a los farsantes en el basurero de la historia. Toca elegir a la ciudadanía.

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