Médula| Bienestar y prevención social del delito en Acapulco


Por Jesús Lépez Ochoa

La percepción de inseguridad en Acapulco ha disminuido en los últimos meses, y no es solamente por la presencia de militares y policías. Los programas que antes eran de Desarrollo Social y ahora se llaman del Bienestar, influyen de la mejor manera en el cambio de conductas antisociales.

Reflexiono lo anterior luego que la semana pasada participé junto con otros periodistas de medios digitales en una entrevista en la modalidad de 360 grados con la secretaria del Bienestar del Ayuntamiento de Acapulco, Leticia Lozano Zavala, quien informó la manera en que el gobierno de Abelina López Rodríguez está utilizando los programas sociales para la prevención social del delito.

Primero debo precisar que mi afirmación inicial en este artículo es con base en el seguimiento a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, que da cuenta de que en junio de 2022 el porcentaje de la población de 18 años o más que se sentía insegura en Acapulco era del 81.1 por ciento, el cual disminuyó en junio del presente año a 76.2 por ciento.

El porcentaje ya no es tan alto si consideramos que en el año 2016 eran el 93.3 por ciento las personas que se sentían inseguras en Acapulco.

Es decir que este indicador se sigue moviendo a la baja, y mucho tiene qué ver el trabajo de prevención social del delito, que implica acciones más profundas que un simple juego de policías y ladrones.

Su enfoque no es inmediatista ya que busca generar entornos sociales sanos que influyan positivamente en los individuos alejándolos de las conductas antisociales.

La educación, la cultura, el deporte, el arte, la sana convivencia, los proyectos productivos, todo apoya a la prevención social del delito.
Hay un parteaguas en la implementación del Desarrollo Social (en los gobiernos del PAN y el PRI), o del Bienestar (en los gobiernos de Morena) en México, como parte de los trabajos de prevención del delito. El programa Todos Somos Juárez.

En la primera década de este siglo Ciudad Juárez, Chihuahua, era la ciudad más violenta del continente, y probablemente del mundo entero.

Del diálogo entre autoridades y ciudadanos surgió este programa que contemplaba no solamente acciones policiacas, si no también de recuperación de espacios públicos, rehabilitándolos y dotándolos de actividades deportivas, culturales, educativas y de sano entretenimiento.

De esa manera los gobiernos cierran la pinza entre las acciones disuasivas que tienen que ver con presencia de patrullas y policías armados, con las acciones que tienden a recomponer el tejido social roto, como lo está haciendo la Secretaría del Bienestar en Acapulco.

Gracias a una planificación estratégica y una gestión pública eficiente de su titular Leticia Lozano, esta dependencia del Gobierno de Acapulco implementó programas de nueva creación y logró incrementar el presupuesto de algunos otros que ya existían como es el Programa de Apoyo a Personas con Discapacidad.

En el año 2021 se destinaba a éste un presupuesto anual de 3.6 millones de pesos para beneficiar a 500 personas, y en el presente año aumentó a más de 8.2 millones de pesos y los beneficiarios son mil 100 personas.

El programa de becas escolares “Estudiar para Transformar” ha destinado un presupuesto anual de 6.2 millones de pesos en apoyo a 2 mil 500 estudiantes y se invierten cuatro millones de pesos anuales en dotar de mobiliario a instituciones educativas, y otros cuatro millones para apoyar a mil 333 madres solteras.

Además de la rehabilitación de importantes espacios públicos como el deportivo de la colonia Jardín, la cancha deportiva de El Roble o la cancha de futbol en la colonia Izazaga, entre otros que informó Lozano Zavala, que contribuyen a generar entornos sanos para que jóvenes y niños se alejen de la delincuencia.

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