Para facilitar la recuperación y reactivación económica, la diputada Julieta Fernández Márquez realizó un exhorto al gobierno federal para que declare zona franca al puerto de Acapulco a fin de que no se cobren impuestos durante los próximos dos o tres años, como medida de apoyo a empresarios y sociedad civil que fueron afectados con el huracán Otis.
El exhorto plantea que se condone el pago del impuestos sobre la renta, el impuesto al hospedaje, entre otros, ya que Acapulco necesita mucha inversión para poder reparar los hoteles, restaurantes y las empresas enfocados al rubro turístico que resultaron afectados.
Dijo que si la Federación no apoya realmente a los empresarios, lamentablemente muchas empresas en Acapulco se van a declarar en quiebra y ello representaría la pérdida de miles de fuentes de empleos.
Explicó que si no se declara al puerto como zona franca, será difícil que vengan grandes inversionistas nacionales e internacionales, por lo que consideró que lo ideal sería que la iniciativa privada viniera a inyectar dinero fresco para que Acapulco se recupere y así se generen muchas oportunidades de empleos para la ciudadanía.
Fernández Márquez lamentó que el Gobierno Federal anunciara que solo se va a diferir el pago de impuestos, toda vez que esto no es una ayuda, sino todo lo contrario, ya que los empresarios se enfrentarán ante la difícil decisión de pagar sus impuestos o rehabilitar sus negocios.
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