Ronaldo García | Enterado
Tras que la Universidad Americana de Acapulco (UAA) anunció su cierre tras el impacto del huracán Otis, alumnos y padres de familia se manifestaron dentro de las instalaciones para exigir al rector Mario Mendoza Castañeda, una respuesta ante la incertidumbre de la comunidad estudiantil.
A través de las redes sociales, circularon videos en el que se ven a padres de familia y alumnos molestos abordando al rector para reclamar la falta de respuesta en torno a la situación en la que se encuentran de poder concluir sus estudios ante el anunciado cierre de la universidad.
Entre las voces, se escuchó a una madre de familia decir que la universidad ya estaba «despedazada» desde antes del huracán, mientras que una alumna coincidió diciendo que «no había aires acondicionados, el techo se caía, el baño se estaba incendiando», siendo que tienen que cubrir el costo de la colegiatura pese a ello.
Ante las inconformidades, Mendoza Castañeda dijo que «se están buscando las alternativas para que todos los alumnos o la mayoría de los alumnos tengan la oportunidad de culminar sus estudios».
Por otra parte, a través de un comunicado, la UAA informó que las instalaciones tanto de nivel superior y de preparatoria, sufrieron graves daños en su infraestructura, edificios y áreas externas, dejándolas inoperantes.
Mencionó que las afectaciones del Huracán no solo repercutieron en la infraestructura de la
Ciudad, «sino en la pérdida de las fuentes de trabajo y por ende, en la economía familiar, siendo los sectores más afectados el turismo, el comercio y la agricultura, dentro de los cuales nuestra comunidad depende en gran medida».
Ante ello, la universidad sostuvo que no dispone con las características de construcción del decreto para los nuevos lineamientos que el Gobierno del Estado emitió.
«La reparación de los daños sufridos en las instalaciones de la Americana de Acapulco, son de largo plazo y a un alto costo; por lo que, no se podrán utilizar en un periodo no menor a un año», dijo.
Asimismo, sostuvo que se implantó un programa emergente para que los
educandos a todos los niveles no perdieran el presente ciclo escolar, llevando a
cabo un programa especial de recuperación de clases de manera temporal.
También mencionó que «el efecto y en solidaridad con la economía familiar no cobró colegiaturas durante el mes de noviembre pasado, dando prioridad a que los educandos rescataran el ciclo escolar».
«Por lo anterior y priorizando la seguridad y la calidad educativa de nuestra comunidad, el
Consejo de Administración de la Universidad Americana de Acapulco, derivado de los
daños ocasionados a nuestra instalación por el Huracán Otis, se ve en la necesidad de
cerrar sus instalaciones tanto a nivel bachillerato como de licenciatura y postgrado, al concluir el presente ciclo escolar, y hasta que sus instalaciones no se encuentren en
condiciones óptimas de funcionamiento», puntualizó.
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