Por Jesús Lépez Ochoa
Me gusta la manera en que Evelyn Salgado Pineda lidera la reactivación del sector turístico en Acapulco. Al iniciar la temporada vacacional de verano es notorio que la gobernadora ha conseguido un cierre de filas en torno al objetivo de que el puerto salga adelante.
Y no lo digo solamente porque en una reunión previa al banderazo de arranque del operativo de seguridad que suele desplegarse en cada periodo vacacional al parecer se limaron algunas asperezas con la alcaldesa Abelina López Rodríguez, lo cual es muy importante porque ella es la cabeza del municipio.
Lo digo porque se observa un sector turístico cohesionado y con la mira puesta en el objetivo de que Acapulco no solo vuelva a ser el de antes de la histórica destrucción de su planta hotelera y comercial por el huracán Otis, si no que esa experiencia nunca antes vivida sirva para mejorar.
En ese tenor, Evelyn Salgado realizó a tiempo los cambios necesarios en la Secretaría de Turismo. Simón Quiñones, el nuevo titular, ha sido bien recibido y respaldado por las diferentes organizaciones empresariales.
Los representantes de la iniciativa privada se ven cómodos con el cambio y a la gobernadora se le siente con la confianza de haber tomado una buena decisión en un buen momento.
A tres meses del primer aniversario del impacto devastador de Otis, la reactivación de Acapulco está a un 80 por ciento, con casi 11 mil habitaciones disponibles para alojar a los visitantes, pero además con playas limpias y cada vez más servicios funcionando.
Ojalá esa unidad que se observa entre gobiernos e iniciativa privada, logre permear hasta la base de la pirámide. El personal de primer contacto con el turismo.
El descomunal esfuerzo y millonario gasto que se hacen para la reconstrucción y reactivación será echado por la borda si no se destierra la mentalidad primitiva de aprovecharse del cliente, por años anidada en muchos de quienes atienden a los turistas tratando, como se dice coloquialmente, de exprimirle todo el jugo al limón.
Esperemos que la misma acción de las autoridades participantes, entre éstas la Procuraduría Federal del Consumidor, ayuden a controlar ese tema y que los esfuerzos se traduzcan en una temporada de buena derrama económica, pero sobre todo, de excelente experiencia e viaje para quienes nos visitan.
El barco lleva al timón, una buena capitana.
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