Jorge Martínez Dionicio | Enterado
Desde que uno se asoma durante el ingreso de Chilpancingo hacia la ciudad de Tixtla, se aprecia un hermoso suelo color rojo y amarillo.
En lo alto de la carretera Chilpancingo-Tixtla, cerca de la comunidad de Ayotzinapa se aprecian los cultivos que se salvaron después del huracán John.
Don Margarito Bello, nos platica desde el barrio del Santuario de Tixtla que el agua que cayó a consecuencia del Huracán John, sí inundó sus tierras, pero de inmediato el agua bajó el nivel.
La flor de Cempasúchil se nota hermosa, el girasol esplendoroso y la de terciopelo luce brillante, más que de costumbre, quizás por el efecto que le causa el rayo del sol que cae a plomo en esa ciudad.
Don Margarito señala que el terciopelo está a 120 pesos el manojo de aproximadamente 20 flores.
El girasol está a 100 pesos la docena y la flor de Cempasúchil estaba a 80 pesos.
No es fácil lograr la siembra que logró don Margarito. Tiene 85 años, es fuerte como un roble aunque ya necesita ayuda de un palo de madera para poder caminar.
A mediodía el sol pega a plomo, a un lado de don Margarito le acompaña un machete y un cuchillo para cortar las flores. Además de que viste una camisa blanca, un pantalón café y va cómodo con huaraches para estar fresco.
Nos platicó que tiene que levantarse todos los días a las 6 de la mañana y vigilar prácticamente todo el día sus tierras de aproximadamente una hectárea.
Confía en que los comerciantes del mercado de Chilpancingo y de Tixtla, así como los de las poblaciones cercanas vayan a surtirse de flores.
La de Cempasúchil y terciopelo son de las tradicionales para colocar en las ofrendas y tumbas estos días de todos los santos.
¿Tuvo miedo al Huracán John?
-Al principio sí, pero ya después cuando vi que el agua se fue para abajo, ya no-, dijo.
Margarito Bello señaló que estos días de muertos habrá buenas ventas y como habrá buenas ventas de flor.
-Tendremos a nuestros difuntos muy contentos-, comentó entusiasmado.
Déjanos tu comentario