Por Celestino Cesáreo Guzmán
El actual sistema electoral es producto de 30 años de lucha política para consolidar un andamiaje que quitara al Poder Ejecutivo el control y ciudadanizar al Instituto Nacional Electoral a través de sucesivas reformas.
El INE es perfectible sin duda, que este INE ha cometido errores y excesos es innegable, pero no podemos coincidir en el afán de desmantelamiento de las instituciones que promueve la Cuarta Transformación.
Todas las propuestas tienen como finalidad que Morena sea el partido único. Es un despropósito borrar del Congreso de la Unión a las fuerzas políticas minoritarias. La iniciativa es regresiva porque nos remitiría a la era de partido de estado de los años 70’ y 80’.
Morena plantea regresar a que el estado controle las elecciones y sus resultados
Es increíble que el árbitro haga campaña para lograr el cargo. Quienes ganarían esos espacios serían los de Morena, no hay que hacer demasiados análisis para entenderlo.
Esta propuesta, por regresiva, al igual que la reforma eléctrica, no pasará.
Pero mientras tanto, será el debate de todos los días. Porque ese es el verdadero propósito del gobierno federal. Polarizar, dividir, y tratar de capitalizar una nueva derrota en la Cámara de Diputados, todo con miras al 2024.
¿Y la mala marcha de la economía?, ¿y la inflación?, ¿los gasolinazos? ¿y la inseguridad?, ¿los feminicidios?, ¿las desapariciones?, ¿y el desabasto de medicinas?
Al paso que van los morenistas, es un cambio hacia atrás, cada día queda más clara la urgencia de restaurar la República.
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