Por Jesús Lépez Ochoa
Es cierto que los números son fríos, pero el cuantitativo no es el único factor en las decisiones políticas.
También se ponderan aspectos cualitativos que le dan calor al asunto y reducen el riesgo de hipotermia.
Y es que muchos políticos se esmeran en ser muy conocidos, y suelen lograrlo, aunque con más opiniones negativas, que positivas.
Pero fuera de las encuestas, que no son todo en política, aunque sí lo que más usan los actores para generar percepciones, se presentan valoraciones que escapan a la estadística.
Y digo que se presentan porque muchas veces son coyunturales.
En el caso de la candidatura por Acapulco en Morena, por ejemplo, aparte de conocimiento, posicionamiento, intención de voto, cruces con aspirantes de otros partidos, positivos y negativos, hay un factor normativo y es el de género.
En este municipio van dos trienios que Morena elige mujer. La probabilidad de que cambie a hombre en este proceso electoral 2023-2024 es muy alta.
El otro factor, que ante el conflicto post corcholatas en el que Marcelo Ebrard estira la liga sin terminar de romperla mientras Morena le ayuda a aguadarla extendiendo los tiempos para resolver su impugnación, es de la capacidad de los pretensos para convertirse en factor de unidad.
En Guerrero existen grupos de poder confrontados que podrían poner en riesgo, no la elección federal, pero si que en determinados municipios, o distritos puedan afectarse y ayudar a que la oposición recupere espacios.
¿Qué pasaría si los visibles candidatos del grupo del senador Félix Salgado Macedonio y la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, o de los nuñistas, no repuntan en las encuestas, o lo hacen pero con muchos negativos?
Si el género fuera mujer veo difícil que apoyen a la alcaldesa Abelina López Rodríguez a reelegirse debido a su lealtad a Marcelo Ebrard. La presidenta ha demostrado que es de una sola pieza y ha mantenido su cercanía con el ex canciller.
Si el género fuera hombre sería factible que apoyaran a Yoshio Ávila. Por varias razones. La primera y más importante es que no está peleado con ninguno de los grupos de poder que apoyaron a Claudia Sheinbaum, a cuyo proyecto se sumó desde el primer momento junto con Adán Augusto López.
Otra es la posición del propio Adán Augusto, a quien Ávila representó en los cómputos de las encuestas definitorias de la candidatura presidencial en Morena, quien ahora será el coordinador político de Claudia Sheinbaum, y en los próximos días en que Mario Delgado es probable que vaya por la candidatura a la Ciudad de México, puede convertirse en el dirigente nacional de su partido.
Como dije en este mismo espacio, las candidaturas de Guerrero pasarán sin duda por la gobernadora Evelyn Salgado, pero su visto bueno no depende de filias, sino de números y valoraciones políticas.
No hay que olvidar que tras la sucesión presidencial, debe trabajar la propia, en la que mucho le ayudará quién esté gobernando en el municipio más grande del estado.
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