
Jorge Martínez Dionicio | Enterado
Hoy primero de noviembre, primer Día de Muertos es especial para doña Mardonia González Cervantes.
Sus ancestros, sus abuelos, padres y ahora ella, siguen una tradición que data de hace más de 100 años: la ofrenda a sus fieles difuntos.
Al llegar a su casa se observa un camino hecho con flor de Cempasúchil, que nos invita a llegar hasta la ofrenda.
Ahí, ya estaba doña Mardonia con sus 80 años de edad cumplidos, haciendo unos deliciosos tamales de frijol en hoja de milpa… Toda una delicia y tradición.
Mientras amasaba para colocar el frijol, nos comentó un poco de la historia de su ofrenda, desde lo más íntimo de su hogar en la calle Belisario Domínguez del barrio de San Mateo.
Comenta que nació en La Pera, ahora llamado El Peral, municipio de Chilapa, en la región Centro de Guerrero.
Nos platica que pone ofrenda a sus padres, abuelos, a sus hermanos y a su nieto.
En la ofrenda coloca pan de muerto, mole rojo y verde hecho en casa, los tamales que ella prepara y no puede faltar la copa de mezcal y la cerveza.
Año con año, doña Mardonia aguarda esta fecha para recordar a sus familiares fallecidos. Y que mejor, que colocándoles platillos y bebidas de su preferencia.
Para todos los creyentes a esta tradición mexicana ancestral, nuestros difuntos ya llegaron… Ya están aquí, entre nosotros.
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