Opinión| Innovación a prueba

Por Marco Antonio Adame Meza

El proceso electoral extraordinario para elegir diversos cargos del poder judicial de la federación 2024 – 2025, representa un gran desafío para nuestra sociedad. En principio, es importante mencionar que lo que está por ocurrir en México, es un acontecimiento sin precedentes, no sólo en nuestro país, también lo es a nivel mundial, pues en ningún otro sistema político se somete a votación al mismo tiempo, puestos de autoridades judiciales del ámbito federal y local.

Es importante mencionar que no se cuenta conamplias experiencias internacionales para contrastar lo que viviremos en México. Bolivia, Estados Unidos de Norteamérica, Japón y Suiza, tienen experiencias distintas, con métodos, procedimientos y reglas diferentes. Por lo tanto, los desafíos de esta nueva experiencia son de alta incertidumbre frente a la ausencia de referentes internacionales o históricos.

Sólo por mencionar algunos datos, la reforma constitucional plantea que las entidades deben definir si es en este proceso o hasta el 2027 el momento en que renuevan a sus autoridades locales, por lo que, en general, el proceso tendrá una diversidad de criterios y de modalidades. En algunos estados sí habrá elección local y en otros sólo ocurrirá la elección federal.  También existen desafíos logísticos vinculados con la delimitación de la circunscripción, ya que, a diferencia de las elecciones convencionales, donde los distritos judiciales se establecen con base a una proporción entre votantes y representantes, en este caso, la delimitación no sigue este criterio. En su lugar, está determinada por factores como el cargo al que se elige y la materia jurídica correspondiente. 

Hay otros desafíos, a los que se enfrentarán los participantes, y, por lo tanto, también la ciudadanía. Por un lado, un alto número de candidaturas, pococonocimiento sobre el funcionamiento del poder judicial y los espacios que se eligen, aunado a ello la imposibilidad de realizar campañas electorales para presentarse al electorado. Por todo eso las boletaselectorales serán sumamente complejas para emitir el voto. La ciudadanía debe tener mucha información sobre este nuevo formato.

Otra de las circunstancias es que, en teoría, los partidos políticos están excluidos de este proceso, por lo que se presentan las candidaturas aparentemente sin una fuerza política que le respalde. Pero esta circunstancia puede ser una fragilidad, pues quienes compiten están expuestos a fuerzas económicas nacionales o internacionales, influencia política o de poderes fácticos que pretendan insertarse en una institución tan estratégica como es el poder judicial. 

Es verdad también que este es el primer proceso, siempre una primera experiencia deriva en altas expectativas y en fuertes incertidumbres. También es verdad que, por delante, casi anunciadas, están las reformas o ajustes a la norma electoral que hagan más efectivo este procedimiento. En cualquier versión, las virtudes que se observan son que ahora, está en el centro de nuestro análisis y reflexión un poder público como el poder judicial, que permite a la ciudadanía acercarse a su funcionamiento y que además exige de sus autoridades una mayor responsabilidad por saberse de cara al escrutinio público. No cabe duda que los tiempos son de  innovación, pero, sobre todo, de prueba. 

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