Por Jesús Lépez Ochoa
Tiene mucha, pero mucha razón el presidente Andrés Manuel López Obrador: “Hay muchos intereses creados, mucha gente que sacaba provecho del antiguo régimen y que no quiere que haya cambios porque no quiere dejar de robar”.
Pero mucha de esa gente permanece intocada dentro de la estructura del gobierno federal haciéndole daño, entorpeciendo la Cuarta Transformación, y lo que es peor, los mismos negocios que hacían en el pasado continúan en sus manos.
Por ejemplo, en el caso de la infame estafa maestra Rosario Robles Berlanga está sujeta a proceso, pero, ¿qué hay de los subalternos que colaboraron en la maniobra y cuántos operadores inclusive podrían estar aún en la Sedatu e incluso en sus delegaciones en los estados?
¿Cuántas estafas maestras no descubiertas hay en las demás instituciones y sus representaciones estatales? ¿Cuántos beneficiarios del antiguo régimen siguen robando porque el cambio no los ha alcanzado?
¿Cuántos administradores, responsables de compras y de personal se han auditado e investigado? Estos son puestos clave sobre los que la lupa de la Cuarta Transformación, en especial la del combate a la corrupción que el presidente tiene la buena intención de erradicar, debe estar puesta.
Y no solo eso. Si el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere que el nuevo régimen tenga la certeza de que los recursos materiales y humanos del pueblo de México son manejados con la pulcritud que desea, se está tardando en cambiarlos antes de que esas manzanas podridas le echen a perder a quienes se van incorporando en su gobierno.
Los medios de comunicación no son el enemigo. El cáncer está adentro carcomiendo todo lo que puede hasta que se le ponga freno, o hasta que infecte todo aquello que tenga enfrente.
Andrés Manuel López Obrador estuvo este fin de semana en Guerrero en una gira por cuatro municipios en la que fué acompañado por el gobernador Héctor Astudillo Flores, a quien reconoció la coordinación que ha tenido con su gobierno.
En Xochistlahuaca, tras admitir que la Cuarta Transformación no avanza a la velocidad que quisiera debido a “intereses” de la oposición, sentenció: “Vamos a acabar con la corrupción y la impunidad, me canso ganso”.
Ojalá señor presidente, comience por la estructura federal y lo demás vendrá por añadidura. El enemigo sigue en casa, hay que ubicarlo y extirparlo o seguirá expoliando a la federación.
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