La opinión de hoy| La política en México se ha vuelto un circo

_Por: Marco Antonio Leyva Mena._

Un juego mecánico de mil vueltas que provoca frenesí, extásis, vaciedad y al final, producirá malestar y vomito.
Escándalos con tan solo abrir la cortina diaria de las noticias.
Hoy Lozoya declara y es el actor principal del drama del país de mentira que somos: actor que se le trata con algodones cuando él tiene gran parte de esa culpa. Cómo los sofistas de la Grecia antigua: “roba y solo serás culpable si te agarran”.
Sócrates decía que eras culpable con el simple hecho de saber que lo que hacías era malo para la sociedad y para ti mismo.
Somos un país de sofistas consumados.
El hermano del Presidente o la llamada del Senador Monreal y la de los senadores panistas o los ex Gobernadores o los ex candidatos a la presidencia o los ex presidentes, todo es escándalo.
Mexico es la casa del jabonero: “el que no cae resbala”.
La vida pública es una catarsis de todos contra todos.
Así mientras llegamos a la cifra catastrófica de más de 60 mil muertos, con una economía que poco a poco se recompone pero que ha dejado 11 millones de desempleados.
Mientras no respetemos la ley y sus procedimientos las venganzas personales, los linchamientos mediáticos, los apetitos personales, el frenesí de las masas con discurso de justicia que esconderán venganzas añejas serán los códigos que nos conduzcan a un círculo sin fin de calumnias, difamaciones, verdades a medias que no tienen punto final.
La ley se aplica. No tiene por qué preguntarse si se ejecuta o no. Si la autoridad tiene los elementos sin dudarlo tendrá que seguir sus procedimientos y poner en juicio a quienes cometieron presuntamente un delito.
La justicia solo en medios o redes sociales solo provocan la sentencia del repudio para los presuntos culpables; solo debilita las instituciones de justicia y la credibilidad ante unos ciudadanos que exigen se aplique la ley y por ende, debilita a ese gobierno que no termina los ciclos que la ley le señala y provoca así lo que no se quiere: impunidad.
Vale la pena la reflexión a los que tienen hoy el poder en sus manos.
La ética es buena para el país. Perseguir a los delincuentes es parte de la salud pública. Que dudarlo!!, pero su exceso es el fanatismo descontrolado.
Así pasó en la época del terror con Robespierre. Terminó él mismo en la guillotina rodando su cabeza entre las calles malolientes de Paris.
Seguir caminando así no es bueno para el país.
No pido impunidad, al contrario, que se aplique la ley y se lleven a los tribunales a los presuntos culpables con buenas carpetas de investigación que no se caiga los asuntos a mitad del proceso.
México sigue teniendo “hambre y sed de justicia”.
Es cuanto.

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