Por Jesús Lépez Ochoa
El martes Héctor Astudillo Flores dará por primera vez de manera virtual un mensaje por su quinto informe de gobierno ante el Congreso del Estado y ante los guerrerenses. Los primeros cuatro acudió de manera presencial.
Al iniciar el último tramo de su mandato ya iniciado el proceso electoral en el que se elegirá a su sucesor en la gubernatura, no faltará quien vea la posibilidad de obtener raja política con descalificaciones a su periodo.
Como todo gobierno hay altibajos que sin embargo al finalizar el quinto año reflejan avances, pese a que recibió un estado convulsionado por los asesinatos, por la desaparición de 43 normalistas, y que enfrentó desastres naturales como el sismo que sacudió la zona Norte del estado, o las lluvias que en la última ocasión afectaron a 22 municipios del estado, principalmente a Petatlán.
A mitad de su periodo ocurre el cambio en el gobierno federal al que varios gobernadores del país no han sabido reaccionar, y que por el contrario Héctor Astudillo ha capitalizado para revertir indicadores, sobre todo aquellos que tienen que ver con el problema de la inseguridad como son los de homicidios dolosos y delitos que van a la baja en la estadística del gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador y que ambos reconocen como resultado de la buena coordinación entre federación y estado.
Por si fuera poco a Astudillo le tocó enfrentar la peor contingencia de salud del siglo que por sí sola implicó reconvertir y equipar 11 hospitales y 400 camas para atender a enfermos de Covid-19.
A pesar de todas esas situaciones solamente la pandemia por el Covid-19 le ha impedido estar físicamente en la Tribuna del Congreso rindiendo su informe, por lo cual en esta ocasión lo hará de manera virtual, pero durante los primeros cuatro años de su gobierno acudió ininterrumpidamente como hace tiempo no sucedía con un gobernador.
A veces nos falta memoria, pero hay que recordar cuando Zeferino Torreblanca Galindo optó por hacerlos regionales –fuera del Congreso- ante el conflicto con los maestros de la CETEG. Ángel Aguirre Rivero llegó solamente a tres mediante treguas temporales pero el cuarto ya le tocó a su interino Rogelio Ortega entregarlo en medio de fuertes protestas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y así nos podríamos ir más hacia atrás.
Además llega al último año de su mandato ubicado entre los 10 gobernadores del país con mayor aprobación de sus gobernados, a un mes de cerrar un año completo con puntaje a la alza, lo cual en el 2021 sin lugar a dudas será un activo político importante para los candidatos de su partido el PRI, tanto al gobierno como a las diputaciones y ayuntamientos.
Claro, el priísmo tendrá primero que hacer lo que no ha sabido construir desde el triunfo de Andrés Manuelo López Obrador, y eso que no es la primera vez que es oposición. Sobre todo el priísmo guerrerense tan ausente en esta etapa en la cual solo ha sido oposición a nivel federal. Durante el gobierno panista de Felipe Calderón le tocó ser doblemente opositor ante los gobiernos estatales del PRD.
¿QUÉ LE FALTA AL PRI?
Es precisamente un ex priísta que acabó en el PAN, Juan José Rodríguez Prats, quien aconseja al priísmo construir discurso. Algo que han tenido abandonado.
El sábado en el Club de Golf de Acapulco, un grupo de priístas y ciudadanos sin partido encabezados por Efrén Leyva Acevedo, se enlazaron vía zoom con el experimentado político tabasqueño, quien recorrió la historia desde el Virreinato hasta la época actual.
Les dijo que el prianismo si ha existido y que no deben avergonzarse. En 2021 serán necesarias las alianzas no solo entre PRI y PAN, sino también con otras fuerzas políticas.
Sustentó las alianzas diciendo que el pensamiento liberal usa los remos para empujar hacia el cambio pero el conservadurismo dirige el timón a puerto seguro y que la oposición en México debe ocuparse en construir un discurso político, lo cual es lo que le ha faltado hasta el momento, particularmente al PRI. Hasta aquí lo dicho por Rodríguez Prats.
Obviamente si el discurso ha faltado a nivel nacional, obviamente también en el estado donde la comunicación del partido que gobierna consiste en informar que su presidente Esteban Albarrán “compartió un importante comunicado del PRI nacional…” ¿Y?
Esa incapacidad de fijar postura ante los hechos y aprovechar las coyunturas no solo es propia de la dirigencia. ¿Dónde están los sectores? CTM, CNOP, CNC… ¿Alguien los ha visto pronunciarse, fijar posturas?
La CNC fue la excepción en el caso de las fallas en el programa del fertilizante, pero ¿la desaparición de los fideicomisos, la falta de apoyos para los trabajadores despedidos por la pandemia de Covid-19, lo caro de los combustibles, o en contraparte apoyar la estabilización del precio de la tortilla por el gobierno estatal?
El quinto informe de Héctor Astudillo debe ser el banderazo de salida para que se vea un priísmo vivo. Parafraseando a la inversa (y en diferente contexto) al presidente López Obrador, en Guerrero se está viendo mucho gobernador para muy poco partido.
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