Por Julio Zenón Flores Salgado
El video grabado por un supuesto policía estatal haciendo “revelaciones” contra el gobierno del estado de Guerrero y la parte del Ejército mexicano acantonado en la Costa Grande, demuestra que los operadores del narcotráfico no son tan silvestres como se pudiera creer, ni andan tan perdidos en cuestiones de comunicación política y guerra psicológica contra el Estado, algo que bien pudieron haber aprendido de los resabios de la guerrilla guerrerense que, arrinconada y envejecida en la miseria y bajo un fuerte cerco de olvido, es posible que haya cedido a la tentación de colaborar con los traficantes de drogas.
Ese video, junto a otros que de un tiempo para acá han proliferado y son hechos públicos fuera de Guerrero, sobre todo en el Estado de México y Michoacán (casualmente), demuestra, sin embargo, la falta de cuidado con que están trabajando, al dejar huellas visibles del operativo que se traen entre manos: arrinconar ante la opinión pública al gobierno de Guerrero y debilitarlo psicológicamente para obligarlo a pactar con ellos.
El impulso de esa campaña, porque cuando no es uno ni dos, sino una serie de videos y publicaciones pagadas a través de diversos medios se puede hablar de toda una campaña, denota, no obstante, su debilidad y su temor ante el golpeteo que están sufriendo bajo el ataque por dos frentes de parte de las autoridades gubernamentales: por un lado la gobernadora Evelyn Salgado, apoyada en la filosofía lopezobradorista de “abrazos no balazos” sin ceder espacios territoriales, empujando la entrega de recursos, tanto federales como estatales, en el terreno del desarrollo social, como lo evidenció su visita personal a El Durazno y la atención personalizada del secretario de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso a las familias desplazadas de San Antonio de las tejas.
En ese mismo terreno se entienden las reuniones de otros funcionarios del gabinete que dejaron sus escritorios y empezaron a hacer reuniones en los pueblos y comunidades de la Montaña y las Costas; y, por el otro lado, haciendo pinza, el trabajo de la propia Fiscal General del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, que si bien se niega a actuar coordinadamente con la mandataria, no ha dejado de empujar en la Sierra y la Tierra Caliente.
Ambas acciones, fortalecidas por el respaldo de las fuerzas federales, que están instalando bases de operaciones mixtas en lugares estratégicos de la zona, deben de tener muy preocupados a los capos que encabezan a los operadores del narcotráfico en Guerrero, cuyos intereses han crecido al grado de fortalecer la siembra de coca, en la zona alta, la cual antes era traída de Colombia, por lo cual decidieron dejar de estar a la defensiva y pasaron a la ofensiva.
Como parte de la ofensiva del narcotráfico, para disminuir la presión que le está ejerciendo el gobierno estatal apoyado con la federación, una medida básica ha sido la colocación de lonas denunciando a supuestos cómplices, entre falsedades y medias verdades, para darle verosimilitud, y en seguida, comprendiendo que la publicidad exterior ya es obsoleta, pasaron a los videos y las redes sociales.
El objetivo: hacer que la opinión pública voltee a ver a la parte del estado que históricamente ha estado coludida con ellos, pero buscando ir más allá: manchar la imagen de la gobernadora Evelyn Salgado, una mujer que con tan poco tiempo en el poder no pudo, aunque hubiera querido, montar alianzas y sociedades secretas que llevan años y mucho dinero operar; una mujer que ni siquiera ha tenido el roce política que la pudiera malear, que hace apenas algunos meses era una ciudadana común y corriente que trabajaba en una oficina pública y almorzaba de sus topers como cualquier “godín”, y que por simple lógica, no está en posibilidades de pactar con ellos.
Y es ahí, donde ellos quieren doblegarla: acusarla públicamente, difamarla, para que la oposición lo retome, y lo abandere, y con ello demeritar su figura ante la opinión pública, obligándola a negociar.
El problema es que la gobernadora es una mujer de carácter, como lo ha demostrado en ocasiones hasta ante los amigos de su padre que pensaban que él seria quien gobernara el estado, y que no ha cedido a las presiones de las fuerzas del narcotráfico.
La situación para la gobernadora no parece fácil, pues combatir a fuerzas irregulares nunca ha sido fácil y, hacerlo, le puede llevar a perder el rumbo de las prioridades sociales que tiene la entidad, es por eso que es vital que funcione la mesa de coordinación para la construcción de la armonía y la paz y que la Fiscal asuma su trabajo con toda entereza en coordinación con la propia mandataria, pero sin perder la iniciativa en la investigación ni la coordinación con el Ejército y Guardia Nacional.
Toca a la mesa de coordinación, retomar el ejemplo de lo que ocurre en la película El día del atentado (Atentado en Bostón) en donde algunos de los jefes policiacos apelan a la gente, a la población, para dar con los responsables del bombazo durante el Maratón.
En esa ruta parecen enfilarse los funcionarios del gabinete de Evelyn Salgado, que están llevando a cabo reuniones con organizaciones sociales, como la CRAC-PC y la UPOEG, así como la capacitación de los cuerpos policiacos comunitarios y municipales de las zonas alejadas.
No es suficiente, sin embargo, también se requiere de una gobernadora fuerte mediáticamente, y no dejarse poner a la defensiva en ese terreno, por los videos que sus oponentes filtran y refuerzan; lo anterior la debe de llevar a consolidar una estrategia de comunicación que se apoye en los expertos del cuerpo militar, pero también en personas o empresas que conozcan de comunicación política, digamos que más de lo que normalmente se hace en un gobierno, pues las condiciones lo ameritan.
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