Por Jesús Lépez Ochoa
No es para menos que el gobernador Héctor Astudillo Flores nos reitere cada día que nos quedemos en casa. Tampoco la insistencia a los presidentes municipales a que redujeran la movilidad y que obligó en el caso de Acapulco a que la alcaldesa Adela Román implementara el Hoy no circula a los automóviles.
La medida ha sido controvertida por abogados, así como por ser más de protección al ambiente que de reducción de movilidad, sin embargo, es infructuoso hablar de ello porque no será medible en cuanto a su incidencia en la baja de los contagios en los que Acapulco es el primer lugar en el estado.
Esto porque su aplicación es de solo 15 días y el periodo de incubación del coronavirus es de 14 días. Se espera el punto más grave entre el 8 y el 10 de mayo por lo que el Hoy no circula concluirá justo cuando la curva vaya disminuyendo por lo que no podrá atribuírsele objetivamente ningún resultado, además de que no será factible determinar a ciencia cierta qué tanto contribuyo cuál de todas y cada una de las diferentes medidas aplicadas a que el impacto esperado fuera menor.
Por lo menos se espera que ayude para limpiar el aire que respiramos, aunque la quema clandestina de basura debida al pésimo servicio de recolección en Acapulco no está ayudando mucho.
Algo que también debe hacerse para prevenir los contagios es limitar el cupo en el transporte público, instalar filtros sanitarios que limiten el acceso a los mercados, condicionar en ambos casos al uso de cubrebocas y que el agua debidamente clorada y el alimento no falten en las casas donde se quiere que se quede la gente.
Ningún derecho es mayor al de la vida y la salud ante una enfermedad que ha matado ya a 52 guerrerenses y cuyo contagio ha crecido 602 por ciento en los últimos 23 días, pero la buena salud también depende de que la gente coma y tenga agua limpia en su hogar.
Se le debe exigir al ciudadano que haga su parte, pero también al gobierno municipal que cumpla con su responsabilidad de garantizar los servicios públicos a la población, principalmente el de agua potable en una situación de emergencia sanitaria como la que actual. No hay medidas a la medida, toda conlleva a un grado de impopularidad pero también de responsabilidad compartida.
Pandemia no es impunidad
Las recientes aprehensiones de los presuntos perpetradores de dos crímenes de alto impacto en Coyuca de Benítez y Chilpancingo mandan una clara señal de parte del fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrilla de que no habrá impunidad pese a la pandemia por Coronavirus.
La Policía Ministerial como todos sabemos se encuentra colaborando en diferentes acciones que tienen que ver con reforzar las tareas de seguridad en este periodo de contingencia sanitaria.
Sin embargo se continúa trabajando en las investigaciones en desarrollo hasta concluirlas, una de éstas es la que inició el pasado mes de julio sobre el levantón y asesinato del coordinador operativo de la Policía de Chilpancingo Idson Omar Cruz Peláez, misma que rindió frutos el pasado viernes cuando se dio a conocer la detención del coordinador operativo de Protección Civil del mismo Ayuntamiento, Fabricio Bautista Romero.
Unos días antes se detuvo a los presuntos homicidas del delegado de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en la Costa Grande Jesús Memije y su hijo en el municipio de Coyuca de Benítez.
El mensaje es contundente, la autoridad investigadora sigue trabajando y capturando delincuentes.
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