Jorge Martínez | Enterado
«En vez de agarrar un arma, agarraron un libro», palabras de Alexis un niño que cumplió recientemente 12 años de edad, originario de Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera (Hueycaitenango).
Alexis aparte de estudiar la secundaria se dedica a ayudarles a sus padres.
Es mesero y le tocó atender a mucha gente que acudía a una humilde vivienda habilitada como restaurante.
Pollo en mole verde o rojo y huevos era el menú improvisado debido a que no esperaban tanta clientela.
Y es que el gobierno del estado a través de varias dependencias como la Secretaría General de Gobierno, el DIF Estatal, la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad Pública y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero acudieron a dar beneficios a los pobladores, algo que no aceptaron.
El pasado 24 de enero la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC) de Ayahualtempa, presentaron armados a sus nuevos integrantes, niñas y niños de entre 8 y 12 años de edad.
En su momento comentaron que era para ayudar con la tarea de búsqueda y localización de 4 personas; 3 hombres y 1 mujer.
Al caminar con Alexis por su vivienda se observa un pequeño lago, muchos guajolotes, pollos, gallinas y caninos.
Con mucha humildad en el rostro nos dice que eso a él (el armar a un niño) no le gusta y que es una medida que no le parece.
«A mí no me gusta, deberían de agarrar un libro y estudiar mejor» nos dice al momento de seguir sirviendo la comida.
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