Por Jesús Lépez Ochoa
Es positivo que el gobernador Héctor Astudillo Flores se anticipe con medidas más rígidas a un muy probable cambio a semáforo epidemiológico rojo pero de nada servirá si aún hay personas empeñadas en desacatar las existentes poniendo en riesgo su salud y la de los demás.
Hasta el domingo 2 mil 202 personas habían fallecido víctimas del Covid-19 en Guerrero, con todo y que se ha realizado un esfuerzo extraordinario por parte de las autoridades y el personal de salud para disminuir los contagios.
Sin embargo hay quienes han relajado su propia protección, la de sus familiares, sus clientes y sus amigos pues tomaron el anterior pase a semáforo amarillo con una actitud inmediatista, demandando una normalidad total como si se hubiera pasado a verde.
Aun cuando llevamos semanas ya de regreso al naranja y cada vez tirándole más a rojo y con ello a un muy probable nuevo cierre de playas y negocios la mentalidad en muchas personas sigue siendo de corto plazo.
Si en sus negocios hay áreas abiertas ofrecen también las cerradas, o en el caso de los clientes exigen aire acondicionado en vez de aire libre; si pueden estar al 50 por ciento meten el 70 por ciento, o los clientes viendo lleno insisten en entrar, etcétera.
Si el transporte público va lleno se siguen subiendo, no usan cubrebocas o lo traen debajo de la nariz e incluso en la papada; si van al bar se lo quitan para platicar y al oído olvidando la sana distancia porque la música está tan fuerte que no permite escuchar ni hablar sin gritar.
Se entiende que es difícil renunciar a ganancias pero con los porcentajes permitidos actualmente por lo menos se obtiene un ingreso y existe la posibilidad de lograr operaciones lo más parecido a las normales en un mediano plazo.
Si se regresa al cierre total como es muy probable que tenga que suceder si la situación por la propagación del virus empeora no habrá ninguna entrada y la recuperación será en un muy largo plazo. Quienes insisten en pasarse los porcentajes de aforo y las medidas preventivas están cambiando los pesos por los centavos.
Mientras tanto el gobernador ya anunció que aun cuando seguiremos en naranja por lo menos hasta el 8 de noviembre, este lunes se darán a conocer medidas más rígidas, como si estuviéramos ya en rojo pues.
Una de dos: O las acatamos y le echamos ganas para ver si evitamos el retroceso, o continuamos igual y volvemos al cierre y confinamiento como ya lo están haciendo en algunos lugares de Europa. De nosotros depende.
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