Médula| ¿Y las aseguradoras cuándo?

Las versiones de que desaparecería la piñata, regresaría el paso a desnivel y hasta habría un estadio de futbol en el Parque Papagayo, resultaron como lo dijo el gobernador Héctor Astudillo: "Mitotes"

Por Jesús Lépez Ochoa

Es bueno que se regule a las empresas de outsourcing para proteger las prestaciones sociales de la clase trabajadora pero se debe obligar a los tres niveles de gobierno a poner el ejemplo. Otro sector que requiere ser metido en cintura y ojalá así lo haga el presidente Andrés Manuel López Obrador, es el de las aseguradoras que dan a sus clientes un trato de pordioseros no obstante las rigurosas mensualidades que reciben de ellos.

No digo que el outsourcing sea malo pero a la inconveniencia de que el trabajador firme contrato con una empresa y en realidad trabaje para otra, o sea, que en los hechos esté prestado a su propio patrón, se suma el abuso de que son registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social a veces con una tercera parte de su salario lo que afecta su capacidad de crédito, incluido el Infonavit, así como el monto que recibirán al jubilarse o pensionarse.

Pero la evasión de las prestaciones al amparo de los recovecos legales que afectan en los hechos a los trabajadores no es exclusiva de la iniciativa privada.

En dependencias de gobierno de los tres niveles y de todo el país pueden encontrarse los contratados por honorarios asimilables a salarios o también los de las famosas listas de raya de algunos municipios, que no reciben seguridad social, no cuentan con atención médica por esa vía pero tampoco cotizan semanas en el ISSSTE como para su retiro de la vida laboral.

Otras empresas que abusan de los ciudadanos son las aseguradoras. Son buenas para cobrar pero muy malas, desatentas y hasta groseras y prepotentes para cumplir, si es que lo hacen, a sus clientes, muchos de los cuales tienen que llegar a la conciliación en la Condusef para que le cumplan algo por lo que le han estado cobrando y encima lo tratan con la punta del pie.

Es frecuente que los ajustadores en lugar de ponerse del lado de su cliente traten de disuadirlo de llegar a la agencia de Tránsito cuando se trata de choques automovilísticos, para evitar asumir los gastos legales de cobrarle a la otra persona.

En los casos de pérdida total el cliente se las debe arreglar en interminables llamadas telefónicas a centrales ubicadas en otras ciudades, donde terminan remitiéndolo a una comunicación vía correo electrónico que obviamente tardan muchos días en responderle con la información a medias, y hacen todo lo posible por alejar lo más que puedan la fecha del pago.

Las aseguradoras son ese servicio donde estás obligado a pagar para que te traten mal. Ojo presidente, no deje que sigan tratando así a los mexicanos.

¿Acabó el mitote?

Se presentó al fin el proyecto para el rescate del Parque Papagayo y sí, eso de que la piñata desaparecía, que habría de nuevo un paso a desnivel en la costera, un estadio de futbol y que se talarían árboles resultó tal como lo dijo el gobernador Héctor Astudillo Flores “puro mitote”. La pregunta es que más se les ocurrirá a las mentes perversas que en aras de golpetear políticamente no les importa afectar proyectos que benefician a los guerrerenses. Ojalá el mitote haya terminado y la obra pueda realizar en tiempo y forma para disfrute de nuestras familias.

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