Opinión| Las dos pandemias

Por Esteban Valdeolivar S.

La declaración del gobernador Héctor Astudillo Flores, al dar a conocer la cifra de tener cero ocupación hotelera en Acapulco, Ixtapa Zihuatanejo y Taxco, refleja y desnuda nuestra realidad que por generaciones hemos tenido y que pensamos nunca llegaría.
«La gallina de los huevos de oro, ya no dio huevos», por el momento.

La crisis mundial del contagio del Covid19
al 8 de mayo de este año, registra en el mundo alrededor de 3,7 millones de casos de coronavirus (SARS-CoV-2); se han contabilizado más de 270 mil muertes; 80 mil decesos en los Estados Unidos de América, nuestro principal socio comercial y mercado turístico; en México, nos acercamos a los 4 mil fallecimientos…y contando.

La actividad económica y comercial se congeló.
Está paralizada. En algunos países la presión social obligó a los gobernantes a abrir las ciudades. El clamor es el mismo. ¡El Covid19 mata…y el hambre también! La presión ejercida por el gobierno estadounidense al de México es evidente y la industria manufacturera alineada al TMEC no puede esperar. La necesidad de abrir la actividad económica es imperante. En los Estados Unidos se perdieron 26 millones de empleos y en México
500 mil.

El turismo está colapsado. El tianguis turístico que se desarrollaría en Mérida este año se movió al 2021. El fondo de promoción turística se canceló. Volver a reactivar el turismo a nivel mundial será un gran reto. No sabemos la magnitud del daño causado. En Guerrero que es nuestra principal actividad económica, hay incertidumbre por lo que significa la cadena productiva prestadora de servicios supeditada que hace estragos en todos los niveles socioeconómicos.

El problema en Guerrero ha sido de infraestructura. Los recursos naturales han estado aquí por generaciones, sin valor agregado, sin industrializar; pesca, ganadería y agricultura. La minería está despegando; por eso la mayoría de los gobernantes se han «recargando» siempre en el turismo y la prestación de servicios; fue una lástima que cancelaran los proyectos de las Zonas Económicas Especiales; lo invertido se fue a la basura. Para Guerrero significaba una alternativa.

Coincido con las voces que reclaman la necesidad del replanteamiento de las políticas públicas a nivel federal. No podemos seguir así.
Son necesarios nuevos sistemas de salud, educación, seguridad y empleo; con acciones paralelas al combate a la corrupción, impunidad y transparencia en el ejercicio público, así como el impulso a la actividad económica privada que genera empleos, desarrollo económico y pago de impuestos para una mejor distribución de la riqueza. De ese tamaño es el reto que tenemos en México y en Guerrero.

Cómo siempre, usted tiene la mejor opinión.

P.D. Nuestro agradecimiento a los mujeres y hombres de los servicios médicos y hospitalarios; de las fuerzas armadas, seguridad pública de los tres órdenes de gobierno, procuración de justicia y servicios públicos municipales que están en la primera línea de apoyo a la ciudadanía en tiempos difíciles para todos. Honrar…honra.

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