Opinión| AMLO, a tres años


Por Celestino Cesáreo Guzmán

A tres años del triunfo electoral que lo llevó a la Presidencia, López Obrador está más concentrado en comportarse como un candidato, que gobernar un país con serios problemás.

Así se entiende la forma en que ha dividido al país: sus seguidores y los que no coinciden con su estilo personal y no ven buenos resultados en su gestión.

No es que López Obrador sea un mal Presidente, es que simplemente no ha sido un Presidente en sintonía con el tiempo y las circunstancias que le tocó vivir, ha sido y es,un candidato en eterna campaña: con un diagnóstico de los problemas del país, pero sin soluciones.

López Obrador ganó una elección, pero a tres años, la economía, la salud, la seguridad y la vida política del país, no han mejorado, algunos consideramos que estamos en un franco retroceso.

Ha elegido el culto a la personalidad en lugar de gobernar con eficacia. Exclusión en vez de integración; ignorar en vez de escuchar. Dividir en lugar de unir. Su estilo personal de ejercer el poder lo hacen semejante a un monarca.

Prometió acabar con el culto al Presidente, sin embargo aquí estamos, 3 años después, atestiguando el día de la 4T, ¿celebrando qué? El día del Presidente de la República.

Decir que ha logrado todo lo prometido en campaña sería irreal, pero decir que la administración no ha logrado ningún avance sería irresponsable.

Un logro se le puede adjudicar a la llamada 4T: es haber reunido en sí misma el sentimiento de las clases populares y ser una voz, ante un sistema que lo ha marginado. Mientras no se construya una opción diferente, creíble y convincente AMLO será el rey de las urnas.

Es indudable que hay muchos pendientes, pero no se pueden negar avances sustanciales. La corrupción ahora es tema central de toda acción de gobierno, pero al paso del tiempo, se convierte en su propia debilidad.

Al inicio de la segunda fase de su proyecto, AMLO ha perdido a importantes colaboradores, los que quedaron han sido reducidos prácticamente a la nada.

Con esa personalidad avasalladora, ¿a quien proyectará para 2024 si la crisis de la Linea 12 desplomó a sus dos prospectos más viables? Todo indica que AMLO optará por quien garantice la continuidad de su proyecto. Ya el pueblo decidirá si se elige reencarnar el maximato de Plutarco Elías Calles.

En tres años de su gobierno, a Guerrero lo ha excluido de sus proyectos de desarrollo. ¿Qué sigue? Difícil saber, esperemos que cosas buenas. Guerrero merece un trato recíproco al apoyo que le ha brindado.

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