Caballo de Troya| “La Chica Periscope” y habemus proceso electoral 2024

Lo que parecían precampañas descafeinadas y aburridas ya no son más.

Por Isaac Flores P.

Una mujer de origen indígena ataviada con huipil y montada en una bicicleta está sacudiendo el tablero político y por inercia moviendo a la anquilosada oposición cuando el 2024 parecía un trámite para el partido oficial.

Cuando se pensaba que lo más interesante del proceso electoral para elegir al nuevo inquilino de Palacio Nacional estaría en la disputa entre “Las Corcholatas”, irrumpió en la escena “La Chica Periscope” para replantear en el morenismo si realmente cualquier candidato ganaría los comicios del año próximo.

En las últimas dos semanas, la figura de Xóchitl Galvez ha tenido más foco mediático que todas “Las Corcholatas” juntas. De hecho ha marcado agenda a los precandidatos oficialistas que con incomodidad han tenido que fijar postura sobre la hipotética presencia de la hidalguense en la contienda presidencial.

Es por eso que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha ocupado mucho tiempo de su espacio matutino para hablar de Xóchitl Galvez que de manera inteligente ha respondido con astucia lo que le ha valido que orgánicamente sus declaraciones sean retomadas tanto por medios oficialistas como opositores, unos para atacarla y otros para enaltecerla. La campaña se la están haciendo todos.

Lo cierto es que entre los dardos lanzados desde Palacio Nacional ningún va en el sentido de que sea corrupta, solo se han enfocado en criticar a sus aliados, género y hasta su origen.

Los atributos de la ingeniera son tales que en 2018 la propia Claudia Sheinbaum, por instrucciones de ya saben quien, la invitó a sumarse a la 4T ya sea como legisladora o miembro del gabinete, invitación que la ex jefa delegacional declinó.

El replanteamiento que nadie quiere admitir en Morena ya comienza a tomar forma en el ideario colectivo.

Para nadie es un secreto la predilección del morenismo leal a López Obrador por la ex jefa de gobierno y cómo de holgada veían la ventaja ante personas grises como Enrique de la Madrid, Santiago Creel o Claudia Ruiz Massieu. Ningún de ellos representaba un desafío para el auto llamado partido del pueblo.

Pero la cosa cambia si tienes enfrente a una mujer de carácter, de orígenes humilde y con una sorprendente historia de superación personal con la que se identifican miles de hombres y mujeres en este país, forjados en la cultura del esfuerzo.

Peligrosamente para el morenismo, la figura despreocupada, cercana a la gente y anti política que ha conservado desde sus inicios la empresaria de raíces otomíes es muy parecida a lo que plantea López Obrador como modelo de funcionario público de la Cuarta Transformación, y puede que ahí radique la incomodidad de la presencia de la senadora en las filas contrarias.

Todavía se recuerda cómo siendo jefa delegacional en la fifi Miguel Hidalgo, Xóchitl Galvez salía a las calles de la capital con cámara al hombro para grabar anomalías y difundirla en la extinta red social Periscope, lo mismo denunciaba irregularidades en la vía pública que “balconeaba” cómo la clase política se abrazaba sin importar partido e ideología en las fiestas de importantes personajes. De ahí el mote de “Chica Periscope”.

A partir de ahí surgen varios razonamiento, por ejemplo si la contienda es entre mujeres, a una de ellas no le van a cuestionar si nació o no en México, así como tampoco habrá debate sobre quién de las dos es más cercana al pueblo, y no precisamente por la fisionomía e historia de vida.

Ambas mujeres son inteligentes y destacadas en sus ámbitos, pero la ex jefa de gobierno está prácticamente conociendo el país y su crisol de etnias cuando la senadora tiene camino ya recorrido, desde la selva Lacandona hasta la indómita Montaña de Guerrero.

Esta situación ha metido a la pelea a los aspirantes masculinos en Morena que sienten que una figura femenina de altura en la oposición hará ver su suerte a la que muchos consideran la preferida y eso hará que sus carencias queden al desnudo a tal grado que pueda lograr que cambie el ánimo de los que decidirán la nominación de la candidatura morenista.

Con estos nuevos ingredientes en el ambiente político, todo parece indican que que “habemus proceso electoral 2024”.

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