Opinión | Diplomacia pragmática EUA-MEX-CHINA

Por Esteban Valdeolivar S.

El interés mostrado por México en resolver problemas internacionales, ha forzado al gobierno a realizar una diplomacia pragmática, de conveniencia, sin exponerse ni confrontarse, de acuerdo a los temas que se han presentado en las áreas bilateral y multilateral, en año y medio de la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Mientras los Estados Unidos de América y la República Popular China se juegan la hegemonía mundial; México ha sabido sortear sus paradigmas con ambos países a partir del la llegada al poder de López Obrador.

Recordemos que la administración de Enrique Peña Nieto, tuvo claroscuros con el gobierno de Donald Trump, quien desde principio a fin de su campaña electoral, tomó como bandera política el ataque sistemático a México con temas relacionados con la migración ilegal, narcotráfico y la continuidad de la construcción de la barda o muro en la frontera con nuestro país.

Es importante señalar que al asumir Trump la presidencia, nunca invitó ni recibió a Peña Nieto como Jefe de Estado en la Casa Blanca; sólo al final del gobierno del ex presidente mexicano, coincidieron en Argentina en una reunión multilateral para la firma del nuevo Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-México-
Canadá, hoy conocido como TMEC.

Mientras tanto, el distanciamiento del gobierno peñista con China fue evidente, luego de la cancelación del proyecto para la construcción del tren CDMX-Querétaro, cuya licitación había ganado una empresa china.
Cabe señalar que por la cancillería mexicana desfilaron personajes como José Antonio Meade, Claudia Ruiz Massieu y Luis Videgaray, quienes mostraron su evidente inexperiencia en el área internacional.

La relación López Obrador-Trump ha tenido aristas que ambos han resuelto con pragmatismo, ejemplos:
El desplazamiento de más de 25 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera sur para contener la corriente migratoria de ciudadanos centroamericanos y de otras nacionalidades; la conclusión, firma y entrada en vigor del TMEC, la salida de Evo Morales de nuestro territorio, el aislamiento a Venezuela en el ámbito internacional; la coordinación y cooperación de procuración y administración de justicia; el apoyo a México en la última reunión de la OPEP y la venta de artículos e insumos médicos para combatir el COVID19 y en mi apreciación personal; el implícito alineamiento y simpatía de López Obrador por la candidatura y reelección del Presidente Trump.

Con China, es evidente el cambio de política en ambos sentidos al adquirir México, artículos médicos para reforzar el sistema hospitalario en plena crisis sanitaria del coronavirus con un puente aéreo abierto exprofeso; la adjudicación de la licitación de la primera etapa de la construcción del Tren Maya que ganó un consorcio chino asociado con empresarios mexicanos y la posibilidad a futuro de suscribir un tratado comercial; todo esto con el cabildeo multifacético de Marcelo Ebrard, que lo mismo «batea de emergente» en gobernación, «cuarto bat» en Relaciones Exteriores y dicen que algunas veces «picha de relevista» como Vice presidente»; por cierto el Canciller Ebrard, es egresado de la carrera de Relaciones Internacionales, a diferencia de los ex secretarios de Relaciones Exteriores de Peña Nieto, Calderón y Fox, por citar algunos ex presidentes de México.

Como siempre, usted tiene la mejor opinión.

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